LA BODA REAL
PERIÓDICOS & CORRESPONSALES:
'Los soldados
norteamericanos comenzaron a dispararnos uno a uno'
Sobrevivientes
describen la masacre de la boda y los generales rehusan hacer comentarios
Rory McCarthy en Ramadí
Viernes 21 de Mayo, 2004
The Guardian
La fiesta de casamiento ha finalizado para la mujer que hace un rato habia sido
madrina de la joven novia y apadrinado la pareja en su tienda de casamiento, por la noche.
La misma noche cuando Haleema Shihab escucho los primeros sonidos de los jets de combate
ululando a través del cielo.
Eran las 10.30 de la noche en la remota villa de Mukaradeeb cerca de la frontera con Siria y los invitados regresaban a sus hogares cuando la fiesta finalizaba. Como cuñada, la sra. Shihab de 30 años, fue a dormir con su marido y sus hijos a la casa de la fiesta de bodas, la villa de la familia Rakat. Ella fue una de las pocas en la casa que sobrevivió esa noche.
"El bombardeo comenzó a las 3 de la mañana," dice ella desde su cama en la guardia de emergencia en el Hospital General de Ramadi, 60 millas al oeste de Bagdad. "Nosotros salimos fuera de la casa y los soldados norteamericanos comenzaron a dispararnos. Ellos estaban disparando desde abajo al nivel de la hierba, nos apuntaban y disparaban uno a uno, " dice ella. Ella corrio con su niño mas pequeño en sus brazos y otros dos de sus niños, Ali y Hamza, casi abrazados. Cuando cruzaba el campo algo explotó cerca de ella, fracturando sus piernas y golpeandola contra el piso.
Ella quedo tirada ahí y por segunda vez sintió un golpe sobre su brazo derecho. Para entonces dos de sus pequeños estaban muertos. "Yo los abandoné porque estaban muertos," dice ella. Ella vió que uno había sido decapitado por una esquirla.
"Yo me sentía en el fango y un soldado estadounidense vino y me pateaba. Yo me hacía la muerta para que no me matara y mi hijo mas pequeño estaba vivo, tan cerca mio"
La descripción de la Sra Shibab, respaldada por otros testigos, de un ataque a una dormida villa es lo que no cuadra con la version norteamericana de que ellos estaban bajo fuego y disparandole a un sospechoso escondrijo de un combatiente extranjero. (Ésta versión del Ejercito estadounidense fue desmentida por un video filmado por Yasser Shawkat Abdullah, quien estaba filmando la boda, también fallecido, ver más adelante N. del T.).
Ella describe como en las horas posteriores ella veía como las tropas estadounidenses destruían la villa Rakat y la casa vecina, reduciendo los edificios a escombros.
Otro pariente llevo a la sra. Shihab y su hijo al hospital. Alli le dijeron que su marido Mohammed, el más joven de los hijos Rakat, también había muerto.
Cuando la sra. Shihab habla también gesticula con las manos aun teñidas del castaño rojizo del henna que las mujeres acostumbran usar para decorarse para las bodas. Un poco más allá ,en la guardia, ayer estaban tres niñas de la familia Rakat muy malheridas: Khalood Mohammed, de sólo un año y luchando por su vida, Moaza Rakat de 12 años e Iqbal Rakat de 15 años, a quien los doctores le habían amputado la pierna derecha.
A la hora en que el sol aparece, éste miercoles, sobre la casa de la familia Rakat, el ataque se había llevado 42 vidas, de acuerdo a Hamdi Noor al-Alusi, gerente del Hospital General al-Qaim, el más próximo a la villa.
Entre los muertos había 27 miembros de la extensa familia Rakat, sus invitados e incluso la banda de músicos que había ido a animar la ceremonia, entre ellos Hussein al-Ali de Ramadi, uno de los mas populares cantantes del Irak Occidental.
El Dr. Alusi dice que 11 de los muertos fueron mujeres y 14 fueron niños. "Quisiera saber por que los norteamericanos atacaron ésta pequeña villa," dice por teléfono. "Esta gente eran mis pacientes. Yo conocía a cada uno de ellos. ¿Qué ha causado éste desastre?"
A pesar de los precisos testimoniosde la sra. Shihab, el Dr Alusi e invitados al casamiento que sobrevivieron, los militares estadounidenses, enfrentados con otro aparente escándalo en Irak, ofrecen una inexplicable versión de los hechos.
Los militares admiten haber atacado sobre la villa a las tres de la mañana de ese miércoles pero dicen que ellos atacaron un "escondrijo de combatientes extranjeros sospechosos".
"Durante la operación, las fuerzas de la coalición arribaron bajo fuego hostíl y fuimos provistos de apoyo aereo cerrado" dice uno de los párrafos. Los soldados en la escena recobraron armas, dinares iraquies y libras sirias (aproximadamente 800 libras), pasaportes extranjeros y una " radio Satcom", presumiblemente un teléfono satelital.
"Recibiamos fuego terrestre y lo devolvíamos," dijo el Brigadier General Mark Kimmitt, director delegado de las operaciones para el ejército estadounidense en Irak. "Estimamos que alrededor de 40 fueron asesinados. Pero nosotros operamos con las reglas de nuestro contrato."
General Mayor James Mattis, comandante de la 1ª División de Marina fue mordáz con aquellos que sugerían que habían bombardeado una fiesta de casamiento. "¿Cuántas personas van a la mitad del desierto ... a participar en una boda a 80 millas (130km) de la civilización más cercana? Había más de dos docenas de hombres mayores de edad. No sea ingenuo."
Cuando los reporteros le preguntaron acerca de las filmaciones en la televisión arabe del cadaver de un niño abatido en el suelo, el respondió: "Yo no he visto las fotos pero las cosas malas ocurren en la guerra. Yo no debo criticar la conducta de mis hombres."
La celebración en Mukaradeeb iba a ser uno de los eventos mas grandes del año para una pequeña villa de sólo 25 casas. Haji Rakat, el padre, había por fin arreglado, luego de una larga negociación, la unión tribal que uniría y convertiría dos mitades en una gran familia, los Rakats y los Sabahs.
El segundo hijo de Haji Rakat, Ashad, se casaría con Rutba, una prima de los Sabahs. En una segunda ceremonia una de las primas de Ashad, Sharifa, se casaría con un joven niño Sabah, Munawar.
Un gran toldo de lona había sido ubicado en los jardines de la villa Rakat para realizar la fiesta. Habían contratado una banda de musicos, liderada por Hamid Abdullah, quien dirige el estudio Musica de Artes en Ramadí, la ciudad mas cercana.
El trajo su amigo, Hussein al-Ali, un cantante popular iraquí quien se ha presentado en el canal de television de Ramadí. Un montón de otros musicos, incluyendo el hermano del cantante Mohaned, quien ejecuta percusión y teclados.
Las ceremonias comenzaron en la mañana del martes y continuaron hasta el anochecer. "Estabamos felices de la boda, los invitados bailaban e improvisaban discursos," dice Ma'athi Nawaf, de 55 años, uno de los vecinos.
Más tarde ellos escucharon el sonido de los jets sobrevolando. Luego, a la distancia, ellos vieron las luces de lo que parecía se un convoy militar alumbrando el camino a través del desierto.
La fiesta finalizó, aproximadamente, a las 10 y media de la noche y los vecinos regresaron a sus casas. A las 3 de la mañana el bombardeo comenzó. "La primera cosa que ellos bombardearon fueron las tiendas de la ceremonia," dice el sr. Nawaf. "Vimos a la familia correr fuera de la casa. Las bombas seguían cayendo, destruyendolo todo."
Vehículos militares blindados entraron entonces a la villa, disparando ametralladoras apoyados por helicópteros de ataque. "Ellos comenzaron a disparar a la casa y a la gente que salía de la casa," dice.
Antes del amanecer dos enormes helicópteros Chinook descendieron desembarcando docenas de tropas. Colocaron explosivos en la casa Rakat y en el edificio vecino y minutos más tarde, cuando los Chinnoks ya habían despegado, entonces, todo explotó y fue escombros.
"Yo nunca había visto algo parecido en éste mundo," dice el sr. Nawaf. "Había cuerpos de niños cortados en pedazos, mujeres en pedazos, hombres en pedazos..."
Entre los muertos estaba su hija Fátima Ma'athi de 25 años, y sus dos hijos, Raad de 4 años y Raed de 6. "Yo encontré a Raad muerto en sus brazos. El otro niño estaba al lado de ella. Pero estaba sólo su cabeza," dice. Su hermana Simoya, la esposa de Haji Rakat, fue también asesinada con sus dos hijas. "Los norteamericanos llaman a mi gente combatientes extranjeros. Es una mentira. Yo sólo quiero que me muestren un pedazo de evidencia de lo que dicen ellos."
Hay que señalar que entre los sobrevivientes estaban las dos parejas recién casadas, quienes estaban en las tiendas de la casa principal y él mismo Haji Rakat, un viejo hombre que se había ido a dormir temprano en una casa vecina.
De las mezquitas de Ramadí se han pedido voluntarios para cavar en el cementerio de la tribu, al sur, en las afueras de la ciudad.
Allí estan esas tumbas: montones de suciedad, cada una marcada con un simple cuadrado hecho con marmol cortado a mano, un nombre borroneado en pintura negra. Algunas dan más que un nombre. Y una ... perteneciente a una mujer, Hamda Suleman, la más breve de las explicaciones:
"El bombardeo norteamericano."
Traducción: JFB
La versión original y más información adicional en Inglés, puede verse CLICK aquí